¿Qué puedo hacer si mi casero me acosa?

El gran boom que ha sufrido en los últimos tiempos el mercado del alquiler, ha provocado la aparición de algunas prácticas, cuanto menos cuestionables, por parte de algunos propietarios. La percepción de que podrían aumentar la rentabilidad de sus viviendas al incrementar el coste de las cuotas mensuales, es algo que está generando un considerable desgaste en las relaciones entre inquilinos y propietarios. Al comparar lo que ellos pueden ganar, dada la escasez de vivienda y el elevado ritmo de subida que están proponiendo por sus propiedades, les impulsa a ejercer presión sobre las personas que están ocupando su vivienda.

Tal circunstancia resulta aún más evidente, si los inquilinos tienen que abonar una renta antigua y pueden estar viviendo en zonas céntricas y, bajo el punto de vista del propietario, privilegiadas.

En Exes Exponfinques Sabadell, sabemos que esta situación llega a tornarse insoportable. Los dueños de las viviendas pueden comenzar a meter presión a sus inquilinos para que tomen la determinación de abandonar la propiedad. De este modo, tendrían la posibilidad de subir el precio del alquiler e incrementar sus ganancias.

Si te encuentras en esta situación, no debes sentirte solo ni desprotegido. Es cierto que hasta ahora, eran escasos los inquilinos que apostaban por la resolución de esta situación por la vía civil o penal, fundamentalmente por el nivel de gasto que esto supone. Sin embargo, debes sabes que desde el Ayuntamiento de Barcelona se están proponiendo sanciones para quienes comentan estas prácticas. Concretamente, se penaliza a aquellos propietarios que repercuten los gastos de la redacción del contrato o la intermediación inmobiliaria en el inquilino, aquellos que no realizan las obras de mantenimiento necesarias para que la propiedad estén en perfectas condiciones, aquellos que rehúsan cobrar las rentas pactadas y realizan una devolución del dinero, aquellos que imponen gastos que no se habían estipulado en el contrato, los que amenazan o acosan a sus inquilinos directamente para que se marchen, o aquellos que impiden que se realicen obras de accesibilidad en la vivienda.

Así que, si te encuentras en cualquiera de estas desagradables situaciones, busca el asesoramiento de un abogado y ponlo en conocimiento en tu Ayuntamiento.

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