La operación para cambiar el cebador del tubo fluorescente es una de las más habituales dentro de las labores de bricolaje del hogar. Será como consecuencia de su desgaste o provocado por alguna incidencia técnica y que reconocerás por el parpadeo continuo de la luz. Es un procedimiento muy sencillo de aplicar, pero aun así, conlleva una disciplina en los pasos que debes seguir. Para que todo se desarrolle correctamente y puedas solucionar el problema de la ausencia de luz en tu dormitorio, despacho o salón, no tendrás más remedio que poner en práctica una serie de consejos. En primer lugar, deberás desconectar el interruptor del suministro eléctrico que generalmente se encuentra a la entrada de tu casa. Será necesario que realices esta operación para preservar tu integridad física durante el cambio del cebador.
Sustitución correcta del cebador
A partir de este momento es cuando procede la sustitución de este componente eléctrico. Para ello tendrás que retirar el tubo fluorescente de su estructura metálica. Esta es una parte del proceso que se realiza sin apenas problemas. Llega el momento más decisivo que consistirá en extraer el cebador, pero con mucho cuidado porque suele estar excesivamente ajustado y requerirá de tu pericia manual para llevar la operación con total éxito. Una vez retirado, deberás sustituirlo por otro nuevo cuyo rango de potencia se ajuste a las necesidades del consumo eléctrico. No tendrás mayores complicaciones, aunque deberás fijarlo en la posición correcta. Puede que esta sea la parte de la operación que te lleve más tiempo hasta que consigas tu objetivo. Una vez alcanzado, será momento de instalar el tubo fluorescente y devolver la conexión eléctrica. Ya solamente te quedará comprobar que la luz funciona normalmente. Se trata de un procedimiento muy frecuente en la venta de inmuebles porque los cebadores suelen estar gastados.
Sigue estos consejos y sustitúyelo en un abrir y cerrar de ojos.