Decora una habitación juvenil sin morir en el intento

El primer reto que debemos enfrentar a la hora de decorar la habitación de un adolescente es la guerra de los colores, ni azul ni rosa, tus hijos apostarán por colores neutros y tonos como los negros, grises y rojos le darán un aire contemporáneo.

Cuando prepares la decoración de tu inmueble, ten en cuenta que la cama debe ser la protagonista absoluta.

Desde los 12 años en adelante, la habitación se convierte en la zona prioritaria de la casa, es el refugio de tu adolescente y la mayor dificultad para su decoración es conseguir equilibrar con estilo algo que ni ellos mismos tienen aún claros. Por lo que deberás marcarte tres objetivos clave y asumir que la personalidad del habitante hará el resto.

  • La cama: Cómo hemos dicho es el centro absoluto de su universo, encima de la cama se lee, se ven las series, duerme y por mucho que pelees en ocasiones, hasta la usan para comer. Por tanto piensa en una cama grande, olvídate de las camas individuales y dale el espacio que necesita. No dudes en poner una gran cama y ten en cuenta que querrá que amigos suyos se queden a dormir, así que si dispones de espacio, proporciónale un sofá cama o una cama nido con un somier debajo.
  • Libertad de expresión: Querrán poner su estilo a todo, así que procura dejar las paredes sin muchas limitaciones, es el momento fan por excelencia, así que tu decoración deberá encontrar el equilibrio con ese poster de Metallica o de Stranger Things que tanto le gusta. Sobre todo, haz que sienta el cuarto como su habitación, de ese modo conseguirás que se sienta bien en su espacio.
  • Zona de estudio y almacenaje: Aunque la cama haga a veces de zona de estudio, deberás proporcionarle un espacio en el que pueda estudiar o jugar al PC, una mesa y una silla cómodas. Recuerda, que además de ello deberás darle espacio para guardar todos sus tesoros, desde balones de fútbol hasta un kit de maquillaje que no para de crecer.

Consejos para afrontar la venta de tu vivienda

Cuando nos disponemos a vender una vivienda, en muchas ocasiones, este proceso no es nada sencillo. Sobe todo si es la primera vez que vamos a realizar este tipo de operación. La inexperiencia dentro del mercado de la compraventa, nos puede llegar a retrasar el acceso a los clientes e, inclusive, entorpecer el éxito de dicha transacción.

Aunque el sector inmobiliario se está reactivando en los últimos tiempos, muchos propietarios aprovechan para inflar el precio de la vivienda que quieren vender. Cuando decidimos estipular un precio más alto de lo que realmente podemos solicitar, estamos limitando nuestras opciones. Hoy en día, podemos obtener información bastante veraz, haciendo uso de los medios electrónicos de los que disponemos. De modo que, rápidamente, nuestros posibles compradores, podrán realizar una comparativas de precios.

Si mantenemos dicho precio, dilataremos el tiempo de venta. De modo que, cultivaremos la idea de que, si lleva tanto tiempo sin venderse, esto será por algún motivo. Para evitar esto se debe ser realista en nuestras pretensiones y adaptar los precios al mercado objetivo.

Otra de las cosas que se debe tener en cuenta es que, un piso reformado tiene más posibilidades de venderse que otro que no lo está. Por este motivo, lo aconsejable es mostrar la vivienda en el mejor estado posible y si fuera necesario, reformar, previamente, aquellas zonas que la necesiten.

Una vez preparada la casa, nos metemos de lleno en el proceso de venta. Es necesario dedicarle tiempo a esta actividad, dado que los posibles compradores requerirán de un horario flexible para poder visitar la propiedad. Si nuestro trabajo nos limita las horas a las que puedes atender a los que te contacten, es muy posible que pierdas más de una visita. Para ello es aconsejable o disponer de una persona de confianza que pueda enseñar la vivienda cuando no nos sea posible estar, o el contratar a profesionales adecuados en esta materia para que realicen esta tarea. Un dato que está demostrado, es que la mayoría de las veces, el primer interesado en comprar la vivienda es el mejor comprador.

Claves para tener un jardín en el interior de tu vivienda

Muchas personas renuncian a tener un huerto o un jardín por el mero hecho de no contar con un terreno exterior. Desde hace tiempo, está demostrado que podemos optar por otras maravillosas opciones para conseguirlo. Para ayudarle en esta tarea, queremos ofrecerle una serie de consejos que te ayuden a disponer de tu propio paraíso de interior.

Cuando deseamos comenzar a cultivar un jardín de hierbas dentro de casa, debemos recordar que, el invierno, es la mejor época para planificar y comenzar el sembrado de interior. Sembrar durante esta estación, nos permitirá ampliar el tiempo de cultivo y, cuando lleguen los primeros calores, nuestras plantas crecerán en mayor cantidad y con más fuerza. Siempre es recomendable comenzar a plantar las semillas de ocho a doce semanas antes del invierno. Recuerda que las semillas requieren de un cierto calor para germinar, por lo que debería dejarlas en las áreas cálidas, y bien ventiladas

Deberás evaluar el área que destinarás a la creación de tu jardín, dado que determinará qué tipo de plantas podrás incluir. Muchas de las plantas requieren de un sol directo para poder crecer, mientras que algunas, pueden tolerar bastante bien la sombra. Por ese motivo, debes determinar previamente cuál o cuáles vas a seleccionar.

Una vez que lo tengamos claro, estaremos listos para diseñar donde queremos ubicarlas. Si contamos con la suerte de tener espacio, podemos decantarnos por realizar un diseño formal, con un punto central y caminos de piedra anaranjada que dividan las áreas de las distintas plantaciones. Si este no fuera el caso, será necesario plantarlas manteniendo una cierta distancia entre ellas. Esto facilitará su riego y el mantenimiento que necesitan.

Tras esta fase de planificación, nos pondremos manos a la obra e iremos a comprar las cosas necesarias para empezar: semillas, macetas, herramientas, fertilizantes, y, en caso de ser necesario, algo de tierra fértil. Esto último ayudará especialmente a todo tu cultivo, facilitando el crecimiento de las nuevas raíces. Si no sabe qué tipo ni cuánta mezcla de tierra comprar, pregúntele al vendedor del vivero.