Consejos para afrontar la venta de tu casa con las máximas garantías de éxito

El poner a la venta nuestra casa y venderla, son dos cosas totalmente distintas. Muchas veces pensamos que, con colgar un anuncio en algún portal inmobiliario de internet y divulgar la situación entre nuestros conocidos, ya tenemos todo el trabajo hecho. Craso error. Esto solo acaba de empezar, si lo que, realmente deseas, es vender tu propiedad rápidamente.

Si este es tu caso, vamos a aportarte una serie de recomendaciones a seguir para lograr cerrar esta operación con celeridad.

Resulta primordial, antes de poner en venta tu inmueble, que hagas un estudio previo de tu zona. Con esto, nos referimos a que balancees el precio de las propiedades que tienen similares características a la tuya. Esta tarea es bastante simple de realizar. Tan solo tendrás que buscar en Internet, o mirar los anuncios que están expuestos en las inmobiliarias de tu zona.

A continuación, si no tienes muy claro qué precio solicitar por la compra, puedes pedir una tasación. Conseguirás una información mucho más precisa del valor y podrás disponer de un documento firmado por un profesional para enseñárselo a los futuros compradores.

En cuanto hayas puesto la casa a la venta, crea una carpeta donde introducir toda la documentación importante. Para poder cerrar el proceso deberás tener las escrituras de tu inmueble, los recibos del Impuesto sobre Bienes Inmuebles y los pagos de las cuotas abonadas a la comunidad de vecinos.

Antes de plantear cualquier visita, asegúrate de que tu casa luzca espectacular. Limpia las estancias, cambia la distribución de los muebles para lograr una mayor sensación de amplitud y arregla cualquier desperfecto que exista. La imagen es fundamental. Por eso debes atender y cuidar hasta el último detalle. No escatimes en gastos, dado que obtendrás beneficios casi inmediatamente.

Durante las visitas, muéstrate abierto a resolver cualquier duda que los potenciales compradores te puedan plantear. Una vez que comiencen las ofertas, debes dejar un cierto margen para la negociación. De lo contrario, será prácticamente imposible, llegar a un acuerdo que pueda satisfacer a ambas partes.

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