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Una de las cuestiones que más daño puede hacer a los textiles de nuestro hogar, son las indeseables manchas. Da igual que seas una persona súper precavida, que trata con mimo sus pertenencias. Sabemos que en cualquier momento, bien por tu propia conducta, o bien por la actividad de algunas de las personas con las que convives, tendrás que enfrentar a una horrible mancha en el bonito sofá de tu casa de Sabadell. Para que no entres en pánico y consigas eliminar este feo “tatuaje”, vamos a ofrecer algunos consejos de cómo tratar las sustancias más rebeldes.

En el caso de que se haya vertido aceite en algunas de tus prendas, debes actuar de manera rápida y precisa, sobre todo, si no tienes a mano uno de estos detergentes milagrosos que todo lo elimina. Para conseguirlo, debes verter bicarbonato sobre la mancha y dejarlo actuar unos cuantos minutos. Tras esto, debes mojar la zona afectada con agua y detergente para la ropa, frotando la mezcla y realizando movimientos circulares durante el proceso. Una vez que observes que se ha empapado bien, te aconsejamos que laves la prenda de la manera habitual.

Si tu pesadilla son las manchas de vino sobre tu mantelería o en tu alfombra, no te preocupes. En Exes Exponfinques Sabadell, sabemos que lo mejor es utilizar sal para eliminarlas. Para empezar, te aconsejamos que quites el exceso de líquido con unas servilletas de papel. La zona manchada debe ser cubierta completamente por sal. Debes dejar que este producto actué el tiempo que sea necesario y retírala cuando esté completamente seca. Comprobarás que ha desaparecido como por arte de magia.

Cuando tu café termina salpicado por la tapicería de tu sofá o encima de tu camisa favorita, no te angusties. Busca en tu despensa vinagre y realiza una combinación de este producto con agua. Dicha mezcla, vértela sobre la mancha y ve frotando. Podrás observar cómo, progresivamente, va menguando su forma.

Como verás, con estos sencillos consejos podrás afrontar cualquier accidente que pueda ocurrirte y mantener tus objetos personales en perfectas condiciones.

Has planificado una espectacular obra en el viejo baño de tu casa de Sabadell. La reforma va a ser total: vas a cambiar tuberías, quitar los viejos azulejos y reemplazarlos por otros más modernos y coloridos e instalar todos los sanitarios nuevos. Sin embargo, hay una duda que te persigue continuamente y que no consigues despejar. No tienes claro si, para tu hogar, sería mejor mantener las cortinas de ducha tradicionales, u optar por instalar una mampara. Por este motivo, en Exes Exponfinques Sabadell, vamos a comentarte algunos aspectos que debes valorar y que inclinaran tu balanza hacia un lado u otro.

En primer lugar, tu elección va a depender de lo que estés buscando. Lógicamente, sabes que contar con una mampara te ofrece algunas ventajas evidentes. Para empezar, no sufrirás el ataque de la cortina sobre tu cuerpo, dado que es bastante habitual que esta se te pegue mientras estás duchándote. Tampoco derramarás agua fuera de la ducha, ya que la estructura la devolverá y caerá por el usillo. Además, si tienes niños o personas mayores a tu cargo, resultan más seguras al aportar un espacio donde se pueden agarrar y evitar los temidos resbalones.

En contraposición, creemos necesario recordarte que las mamparas requieren un mantenimiento más continuo para que luzcan como el primer día. Como bien sabrás, la cal se irá acumulando en sus paredes y tendrás que tener la constancia de eliminar las gotas de agua cada día.

Por otro lado, si te encantan las cortinas de baño, puedes optar por aquellas que tengan un grosor superior y mantengan su estructura más rígida mientras las usas. De este modo, evitarás que se caiga agua fuera. Así mismo, recuerda que algunos modelos ya te permiten lavarlas directamente en la lavadora. De modo que mantendrás a raya la aparición de moho en las zonas inferiores.

Con toda esta información, consideramos que ya estas totalmente capacitado para tomar una decisión que te resulte plenamente satisfactoria. Tan solo debes estudiar el diseño de tu baño y determinar qué es lo que más le conviene.

Te encanta el estilo vintage y quieres que tu casa de Sabadell se caracterice por tener una decoración compatible con él. Ahora te encuentras desarrollando la difícil tarea de decorar cada una de las estancias. Esto provoca que no poseas una visión de conjunto y temas cometer algún error garrafal que dé al traste todos los esfuerzos que estas realizando.

Desde Exes Exponfinques Sabadell, lo primero que queremos es tranquilizarte. Es muy complejo tener una perfecta fotografía de cómo pueden quedar todas tus combinaciones. Así que no te angusties y continúa guiándote por tu buen criterio. Para facilitarte esta situación y que tengas la sensación de que todo está bajo control, vamos a aportarte algunas ideas que puedes utilizar para conseguir ese aire vintage que deseas otorgar a tu dormitorio.

En lo que respecta a la elección de tu cama, te podemos sugerir un par de ideas. Nos encanta el efecto visual que genera en este espacio las camas con patas. Te aportarán este toque retro que necesitas. No obstante, te aconsejamos que optes por colores claros, dado que, de lo contrario, parecerá que estas en el dormitorio de tu abuela y entendemos que no es tu finalidad. Otra opción que queda súper ideal, es reutilizar una puerta vieja como cabecero. Tan solo tendrás que pintarla utilizando la técnica del chalk paint y quedará genial.

Acompaña tu bonita cama con muebles que tengan la misma línea decorativa. Puedes reutilizar alguna cómoda que hayas heredado, o colocar alguna butaca en una esquina para sentarte y descalzarte, o colocar un espejo de pie con toques antiguos en un lateral de la habitación. Se trata de buscar una armonía tanto en el estilo como en el color.

No olvides completar tu decoración con los toques que no deben faltar. Puedes instalar una bonita lámpara de lágrimas sobre tu cama, un espectacular candelabro encima de la cómoda, un increíble reloj de cuerda sobre la mesita de noche o unos jarrones con motivos florales culminados con flores frescas. Verás cómo estos pequeños detalles te trasladan a otro tiempo.

En el momento en el que firmamos un contrato de arrendamiento, nos comprometemos a cumplir una serie de cuestiones, con independencia de que seas el arrendador, o el arrendatario. Ambos habéis establecido una relación por intereses determinados y estáis obligados a cumplir los puntos que habéis acordado.

Sabemos que este tipo de relaciones no siempre es idílica, y, de hecho, los más disconformes, desean terminar con la misma y buscar otro compañero para realizar este viaje. No obstante, vamos a explicarte cuándo puedes decidir acabar con tu contrato de alquiler y las consecuencias que puede depararte.

Si tu papel es el del inquilino, debes saber que no puedes rescindir el contrato cuando quieras, ya que, si lo haces, vas a sufrir una serie de penalizaciones. Para poder mudarte a otra vivienda y dejar la actual, debes seguir las siguientes recomendaciones. En primer lugar, has tenido que estar habitando este inmueble durante, al menos, seis meses. Después de ese tiempo, legalmente, podemos irnos en cualquier momento, siempre y cuando, comuniquemos esta situación al propietario con 30 días de antelación. En el caso de que, por cualquier causa, debas marcharte ante de este periodo, estarás obligado a abonar las cuotas hasta que se cumplan los seis meses indicados.

Otro de los motivos para cancelar tu contrato actual puede ser que el propietario se niegue a realizar las reparaciones que son necesarias o que haga uso de nuestra vivienda sin nuestro permiso.

Si tu papel es el de propietario, es probable que, la principal causa para romper el contrato sea que necesitas la vivienda para uso propio o de algún familiar en primer grado de consanguinidad. Para hacer este proceso de manera legal, debe haber pasado al menos un año desde que se inició el arrendamiento y tendrás que avisar con dos meses de antelación al inquilino.

También puedes verte obligado por falta de pago de las cuotas acordadas. Si tras un par de meses no se subsanara la deuda, deberás comenzar con el proceso legal pertinente y arreglar la situación.

El 2018 será un año en el que el mercado inmobiliario nacional seguirá asentándose y la oferta y demanda todavía deberán ajustarse un poco más, y en este baile  lento, pero constante, los bancos están cambiando el tipo de hipoteca que hasta ahora ofrecían y se consolida el ofrecer hipotecas de tipo fijo. Antes de todo, y de seguir ahondando en el tema de las hipotecas de plazo fijo o variable, lo que debemos de tener en cuenta es que la mayoría de hipotecas fijas en España son con sistema de amortización francés o de cuota constante, ello no significa que la cuota se mantenga constante los 30 o 40 años del plazo.

Sin embargo las hipotecas de plazo fijo puro, por así decirlo, podemos estar seguros de que cada mes, hasta el final, pagaremos la misma cuota.

Pero antes de seguir, es hora de que veamos las singularidades de una hipoteca variable y de una fija.

La hipoteca variable

Un préstamo hipotecario a tipo variable es el tipo de préstamo que se caracteriza por tener un tipo de interés compuesto por un diferencial fijo sumado a un índice de referencia (normalmente el euríbor).

 

Esto implica que el coste de las cuotas que se pagan mes a mes pueden variar en función de las variaciones del índice de referencia. Lo normal es que se aplique el dato del Euribor del mes en el que se ha procedido a firmar la hipoteca y cada seis meses se actualice el tipo de interés en función del  último valor del euríbor.

En el escenario más favorable, al contratar una hipoteca de tipo variable, tenemos que saber que el Euribor está ahora mismo en unos mínimos históricos, con una cotización de menos 0,156 %, lo que da lugar a unas cuotas muy asequibles. Ahora bien, no hace falta nada más que echar la vista atrás hasta su máximo histórico de julio de 2008, con una cotización del 5,39 % para ver el descalabre que puedo producir en la economía familiar de las familias españolas.

Si cogemos de ejemplo que una hipoteca media de 125.000 euros a 20 años, con un diferencial del 1 %, las cuotas actuales con el mínimo Euríbor citado más arriba resultan de 679,45 euros al mes. Sin embargo, con el Euríbor en máximos, la misma hipoteca supondría un coste mensual de 1.108,67 euros, algo que puede poner en peligro nuestra economía familiar.

La hipoteca fija

Las hipotecas fijas son un tipo de préstamo hipotecario donde se aplica el mismo tipo de interés durante todo el tiempo que dure el préstamo.

En este caso, el tipo de interés no está sujeto a ningún índice de referencia como el euríbor, por tanto, la cuota mensual a pagar es siempre la misma durante toda la hipoteca, aunque los tipos de interés del mercado suban o bajen.

Este tipo de hipoteca, es la que más se concede ahora mismo. Una de las razones puede ser que los bancos tengan miedo a la fluctuación del euríbor y que los clientes no puedan afrontar los pagos, y puede que con esta modalidad tengan comprobado que los clientes si pueden afrontar más fácilmente los pagos.

Además, la entrada en vigor en 2018 de la nueva ley hipotecaria, que da seguridad jurídica al sector financiero. El portal Idealista ha hecho una buena recopilación que elementos que caracterizan a esta nueva ley:

• Las comisiones por cancelación anticipada están limitadas.
• Se prohíben las ventas vinculadas
• Se facilita la reconversión de hipotecas en divisas extranjeras a hipotecas en euros, a petición del deudor.
• Se eliminan los incentivos para la plantilla de los bancos
• Cambia el régimen jurídico de los intermediarios financieros

Veamos algunas singularidades más de las hipotecas de tipo fijo:

• Las hipotecas de tipo fijo serán rentables siempre que el tipo nominal no supere el 3% y que no se obligue al hipotecado a contratar determinados productos adicionales como los seguros, que encarecen el tipo TAE final.
• Una hipoteca a tipo fijo no es la adecuada para todo tipo de cliente. Hay clientes a los que un tipo variable les encaja mejor que un tipo fijo, por sus ingresos, por su capacidad de ahorro y formación financiera. Sin embargo a los clientes con menor formación financiera, se les debe asesorar para conseguir una hipoteca.